viernes, octubre 30, 2009

Los demonios de la red



Los demonios cibernéticos entran de forma misteriosa a la red en busca de la información vital de sistemas computacionales para sabotearlos, robar datos o simplemente por curiosidad; para probar sus límites y superarlos en algún momento.
Sólo necesitan un par de clicks para entrar en acción. Un equipo de cómputo de segunda mano es suficiente para que emprendan sus aventuras y accesen en páginas de Internet, correos electrónicos, servidores y logren así su propósito.
Pero, ¿cuál es este propósito? Una serie de notas, artículos y reportajes dejan en mal a los hackers con la sociedad. Los medios se encargan de dar referencias no siempre acertadas al respecto.
Podemos ver cómo la prensa y la televisión, principalmente, se encargan de hablar del hacker, como el malo de la historia, cuando en realidad tenemos una serie de personajes que son los verdaderos rufianes.
Crackers, Script-kiddies, lammers y otros personajes son los que hacen quedar en mal a los que defienden el apelativo (el apelativo es hacker por supuesto) desde principios de los años 60, cuando ya era utilizado en los pasillos del MIT (Massachussets Institute of Tecnology).
Todos estos seres tienen algunas de sus habilidades, sin embargo, no comparten el principio que mueve a los verdaderos: la ética. Por el contrario, creen que ser hacker es igual a crear caos cibernético sin una razón real, cuando la realidad es otra.
El hacker busca el libre acceso en Internet a toda costa; pelea para que los contenidos de la red sean gratuitos, pues el conocimiento debe ser para todos, sin restricciones de ninguna especie.
Un cracker sólo quiere obtener beneficios económicos y fama a toda costa. Un hacker real no. Él busca el anonimato, no piensa en la gloria. Su único impulso es la curiosidad. Trata de superar sus límites sin que se entere la gente (algo difícil).
Finalmente, los medios muestran a los otros (los del lado oscuro) como si fueran los auténticos. Es entonces cuando la gente desconfía de ellos y su talento.
No entienden que realmente su objetivo es ayudar a otros que no tienen la capacidad para defenderse de los que desprestigian al “gremio” (si es que se le puede llamar así a las asociaciones que se forman en todo el mundo).